David, mago y
Policía Local ha querido aplicar la magia como método educativo. Con la magia
ha trabajado la educación vial, la violencia de género, la delincuencia
juvenil, habilidades de comunicación y de ilusionismo.
¿Cómo aplicar el ilusionismo en clase?
Cuando hablamos de ilusionismo lo hacemos a juegos y efectos que cualquier
persona puede hacer, sin habilidad especial alguna.
Realizaremos dos o tres efectos de ilusionismo que no sobrepasarán los 10
minutos como norma general, invirtiendo ese tiempo pretendemos captar la
atención de nuestro alumnado y aprovecharla en el resto de la clase. Lo ideal
sería realizar un efecto de ilusionismo, visual, rápido y sin participación de
los alumnos, como apariciones, desapariciones o transformación de objetos.
Es fundamental comenzar la clase dirigiéndose con la mirada a todos los
alumnos y no perder ese contacto visual, de complicidad. Hablándoles alto,
claro y dirigiéndose a cada uno por su nombre.
Es vital ser muy selectivo con los efectos de ilusionismo que se hacen
durante la clase y pretender evitar que el alumnado trabaje mentalmente
mientras los realizamos. Se debe tener cuidado cuando se utilice el humor en
los efectos de ilusionismo, es más efectivo ser ameno, agradable y simpático
que gracioso. Hay que encontrar el equilibro para una atmósfera amena y
rigurosa.
Una manera efectiva de captar la atención de los alumnos, es hacerles una
pregunta intrigante al principio del efecto de ilusionismo. Es bueno crear
suspense y curiosidad. Usar sus materiales, o coger objetos de la propia clase.
Algunas ideas o técnicas para controlar la atención:
• Señalar: la gente mira
donde se señala.
• Movimiento: miramos
cualquier cosa que se mueva.
• Interés del ilusionista:
las personas miran donde mira el ilusionista.
• Sonido: las personas miran
las cosas cuando hacen ruido.
• Charla: las personas miran
donde se les dice que miren.
• Novedad: las personas
miran lo último en aparecer.
• Contraste: las personas
miramos las cosas que son diferentes de lo que le rodea.
Recuerda siempre cuidar las distancias personales con el alumnado. Pretende
crear un ambiente de felicidad. Evitemos cruzar los brazos, mirar a los ojos y
por supuesto, cuidar el lenguaje del cuerpo.
Para ello, seis secretos mágicos:
1. Muestre una cara animada y
sonriente.
2. Sea expresivo, sin
sobreactuar.
3. Practique el contacto
visual pero dentro de la comodidad.
4. Inclínese hacia delante
cuando escuche, y erguido cuando hable.
5. Acérquese si se siente
cómodo, si el otro retrocede no vuelva a adelantarse.
6. Imite sutilmente el
lenguaje del cuerpo de los demás
Así que es el momento de que busques algunas sencillas experiencias de
ilusionismo y ponerlas en práctica como metodología de clase.

Me gusta mucho el blog porque habláis de temas muy diferentes que engloban toda la actualidad.
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